¿Por qué un “Taller”?
Es una imagen que me encanta: una persona con vocación, con conocimientos, experiencia directa que va probando y mejorando un producto. Piensa en un luthier que está creando un violín o una guitarra, cada producto es único y suena de un modo diferente. O un alfarero, o carpintero, etc.
Me encanta cómo se trabajan con las manos, como acarician sus creaciones, cómo se concentran, cómo aportan su visión personal a lo que hacen. Un taller de un artesano es un espacio mágico lleno de herramientas extrañas, de restos de material por el suelo, de un aparente desorden, un espacio totalmente humano y cálido. Es un trabajo en el cual todo el artesano está implicado: la cabeza, el cuerpo, las manos… Un espacio de creación conectado con la realidad cotidiana a través de una puerta por la cual entra y sale cualquier persona: el cliente, el cartero, el vecino, los encargos de material… etc